català

Esna Turaka
(Daónde vengo Ypadónde voy)


La justificación

El ser humano es una brizna insignificante del Universo, una mancha invisible en la Vía Láctea, una chispa ínfima en el Sistema Solar. Pero, aún y tan minúscula, y siendo tan poca cosa, es admirable el espíritu creador, la energía desbordada, la voluntad férrea que la Humanidad ha desprendido para llegar al dominio, casi total, del Medio que la rodea.

Nuestra evolución ha sido el fruto de un camino tan largo en el tiempo, como tortuoso en el trayecto.

La lucha para sobrevivir (la franja temporal que va desde que bajamos de los árboles, hasta el fin de la Prehistoria), el ansia por el dominio del entorno, para mejorar nuestras condiciones de vida (que yo dataría hasta muy entrados los años 80 del pasado siglo), así como la conciencia del impacto de la “omnipresencia” humana en el planeta (hasta día de hoy), son, sin duda, algunos de los rasgos fundamentales que han caracterizado nuestra evolución como seres racionales.

Nuestra concepción vital ha cambiado desde hace unos años. Así, la ancestral ambición del ser humano por dominar el Medio, junto a las diferentes formas de vida, se ha transformado en un deseo sincero de paliar sus consecuencias. Pero, en contraposición, también ha cambiado la forma de vivir de la Humanidad, una forma que apuesta por la independencia personal como “marca” de convivencia, dejando a un lado la dependencia social, más común en tiempos pasados. Y dado que no entraremos a debatir si una u otra son mejores, pasaremos a los hechos.

En consonancia con el expuesto, este año nuestro Casal incidirá en dos ejes de pensamiento. Por un lado, una realidad planetaria que nos aboca a cambiar hábitos y conductas y, por otro, la convicción de que para llevar a cabo dicha tarea, es imprescindible la implicación de la totalidad de la Comunidad Humana, porque sin ella el individuo es Nada.

Centro de interès “Esna Turaka”

Aprovecharemos lo mejor posible el entorno de nuestro campamento -gracias camping-, es decir, el pinar, la playa, y sus alrededores. Arena, piedras, plantas, conchas, restos marinos... serán los principales materiales -no los únicos- con los que trabajaremos, y su consecución será una actividad más. Intentaremos que el producto final sea fructífero, tanto para la sensibilidad como para el baremo de calidad que nos marcamos para satisfacer a nuestros usuarios.

Queremos aprender a encender fuego, a trabajar el cuero, a construir herramientas y juegos con piedras y desechos de plantas; trataremos de reproducir algunos de los primitivos rituales naturalistas de nuestros antepasados; aprovecharemos las materias primas para pintar y hacer música. Fabricaremos ingenios rodantes -oh, la rueda- Y estimularemos la rica imaginación de nuestra clientela con retos relacionados con la utilización de materiales, recursos y medios que no supongan ningún tipo de ruptura -ni negación- con el Medio que nos rodea. Propondremos a los más espabilados que ayuden a quienes no lo son, que aporten ideas brillantes, y que sean creadores, ya que todos ellos contarán con la ayuda, el reconocimiento, y el apoyo del grupo, de su grupo.

Pero no se piense que nos hemos olvidado del deporte. La actividad física seguirá formando parte esencial del Casal. Así, todos aquellos que no tengan ganas, o que no quieran, o que simplemente lo prefieran, practicarán deportes como alternativa a las actividades sedentarias, tal y como lo llevamos a cabo desde hace unos años.

Lo que tampoco olvidamos es que, a pesar de todo lo dicho, nuestro principal objetivo es el de proporcionar el mayor disfrute posible a las vacaciones estivales de nuestros clientes. Lo que, traducido a román paladín, significa que cada uno participará según sus ganas y capacidades, con la sola presión del compromiso para concluir lo que decida empezar.

Ambientación
“Esna Turaka”

Un gran asteroide, el PAT APUM, impacta sobre La Tierra, arrasándola. La Humanidad se queda sin tecnología, y las comodidades desaparecen de repente. Conseguir agua, comida, y sitio para dormir requieren tal cantidad de esfuerzos, que ocupan la totalidad de la jornada de los supervivientes. Todo el planeta es un desierto... ¿O no?

Un buen día, de repente, no se sabe de dónde ni de quién, surge la leyenda: “Uno dice que alguien le dijo a algún otro, que un conocido asegura que existe un sitio, ESNA TURAKA, lleno de plantas y animales, donde los ríos corren rebosantes de agua pura y transparente. Un lugar gobernado por la Naturaleza, pero del que han sido excluidos los seres humanos”. La leyenda da alas a los supervivientes, que buscarán con todas sus fuerzas el supuesto paraíso. Aunque si han sido excluidos...

Proyecto completo del Casal 2024